Estamos ante unos resultados de Disney bastante confusos, pero aceptables en términos generales, con una optimización de márgenes por encima de lo que preveían analistas, que ha sido lastrada por todo el tema de la reestructuración y la pérdida de valor por el acuerdo con india y sus cadenas de televisión. 

La parte positiva es que la parte de “Parques y experiencias” sigue funcionando tan bien como siempre, siendo el sustento de la compañía una vez más. La de entretenimiento, por su parte, ha reducido ingresos pero ha aumentado el beneficio, debido a la apuesta de la compañía por la calidad y la reducción de costes. 

Como hemos dicho ya anteriormente varias veces, la empresa necesitaba una reestructuración y parece que se está trabajando para volver a generar contenido y experiencias de calidad. 

Pero no podemos dejar de lado que ahora mismo hay muchos frentes abiertos, que la apuesta por calidad habrá que ver cómo les sale y que la deuda a corto plazo aumenta una vez más, siendo un pequeño lastre para la compañía. 

Así que como conclusión, podemos decir que dejando muchas cosas en el aire, los resultados mantienen nuestro optimismo con todas las medidas que se están tomando.